La medida afecta al organismo encargado del saneamiento del Riachuelo. Desde el Ministerio de Ambiente advierten que el recorte compromete la fiscalización y la recuperación ambiental.
El Gobierno nacional profundizó el vaciamiento de la Autoridad de la Cuenca Matanza-Riachuelo (Acumar) con el despido de más de 350 trabajadores. La notificación llegó el viernes por la noche, en la antesala del fin de semana largo, replicando la estrategia de desvinculaciones masivas aplicada en distintos organismos del Estado.
Acumar, creado en 2006 por orden de la Corte Suprema, tiene la responsabilidad de ejecutar el Plan Integral de Saneamiento Ambiental de la Cuenca Matanza-Riachuelo, una de las más contaminadas del país. Su trabajo ha sido clave en la recuperación de la navegabilidad del río, la fiscalización de industrias y la asistencia a comunidades afectadas. Sin embargo, los recortes impulsados por el gobierno de Javier Milei ponen en riesgo estas tareas, ya que el presupuesto del organismo se mantiene congelado desde 2023.
«Hay muchos compañeros despedidos que eran la pata técnica del organismo. Intentan delegar esas funciones a la Ciudad de Buenos Aires y los municipios de la provincia, lo que parece una estrategia deliberada para desmantelar el ente», denunció una trabajadora desvinculada. También advirtió que sin los equipos técnicos, será imposible fiscalizar a las industrias contaminantes ni continuar con la recomposición ambiental de la Cuenca.
Por su parte, la ministra de Ambiente, Daniela Vilar, confirmó que «más de 250 trabajadores fueron despedidos ayer a la medianoche, sumando 400 en total desde que asumió Milei». Además, recordó que en la zona viven 4,7 millones de personas y que la reducción de personal impactará en el saneamiento del río y la fiscalización ambiental.
Finalmente, Vilar cuestionó la forma en que se efectuaron los despidos: «Echar a la gente con un mail un viernes a la medianoche antes de un fin de semana largo es una bajeza. Se les sale lo anti-laburante por los poros».