Marcelo Gallardo enfrenta el momento más desafiante desde su regreso a River Plate. A siete meses de haber retomado el cargo de director técnico, el equipo no ha encontrado la estabilidad necesaria para respaldar las expectativas generadas en su vuelta. La reciente derrota ante Talleres por la Supercopa Internacional expuso un equipo lejos de la identidad histórica del Muñeco y encendió las alarmas en el club.
El contraste numérico con su primer ciclo y la era Demichelis
Los números de este arranque en su segunda etapa son elocuentes. En 33 partidos, Gallardo obtuvo una efectividad del 57%, con 14 triunfos, 14 empates y 5 derrotas, sin haber conseguido ningún título hasta el momento. Esto contrasta marcadamente con su primer ciclo en 2014, cuando alcanzó un 72% de efectividad en los mismos 33 partidos, con 20 victorias, 11 empates y solo 2 derrotas, además de haber conseguido la Copa Sudamericana y la Recopa Sudamericana.
A su vez, el comienzo de Martín Demichelis en 2023 también arroja una comparación poco favorable para Gallardo. En sus primeros 33 partidos, Demichelis logró un 74% de efectividad, con 23 triunfos, 4 empates y 6 caídas, coronándose campeón de la Liga Profesional.
Un equipo sin identidad y con refuerzos que no han rendido
Más allá de las estadísticas, el funcionamiento del equipo es otro aspecto preocupante. River no logra imponerse en los partidos clave, sufre en la generación de juego y carece de respuestas futbolísticas cuando está en desventaja. Pese a una fuerte inversión en refuerzos como Lucas Martínez Quarta, Sebastián Driussi, Gonzalo Montiel, Enzo Pérez y Matías Rojas, los resultados no han acompañado.
Gallardo ha reconocido la necesidad de un cambio de rumbo. Con la Copa Libertadores y el Mundial de Clubes como objetivos principales, el margen de error se reduce. «Esperábamos tener una energía futbolística diferente a esta altura. Debemos reponernos y torcer este rumbo negativo», declaró tras la reciente derrota ante Talleres en Asunción.
Las crisis anteriores y el próximo desafío
Esta no es la primera crisis que enfrenta Gallardo en River. En 2018, el equipo tuvo un mal arranque en la Superliga y se ubicó en el puesto 20, pero terminó ganando la Copa Libertadores ante Boca en Madrid. En 2015, tras un inicio tambaleante en la Libertadores, logró la clasificación a octavos en la última jornada y luego se coronó campeón.
El próximo reto de River será este domingo ante Atlético Tucumán en el Monumental, en la novena jornada del Torneo Apertura de la Copa de la Liga. Con 15 puntos, el Millonario es uno de los escoltas de Independiente, Rosario Central y San Lorenzo en la Zona B. Gallardo buscará revertir el presente y evitar que su segundo ciclo quede muy lejos del legado que construyó en su primera etapa.