El sector maderero en Misiones y el norte de Corrientes atraviesa su peor momento, con fábricas paralizadas y ventas desplomadas. Empresarios advierten sobre una situación crítica.
La industria maderera en el noreste argentino enfrenta una crisis sin precedentes. Según un comunicado de la Asociación de Productores, Industriales y Comerciantes Forestales de Misiones y Norte de Corrientes (APICOFOM), los aserraderos de la región están operando apenas al 40% de su capacidad, con múltiples empresas al borde del cierre y miles de empleos en riesgo.
Desde la entidad describen el panorama como «el peor momento» para el sector, con establecimientos que debieron cesar actividades en los primeros meses del año y otros que continúan funcionando con turnos reducidos, sin rentabilidad y solo para mantener sus estructuras operativas.
Mercado paralizado y falta de competitividad
El freno en la construcción, producto de la paralización de la obra pública, impactó de lleno en la demanda de madera. A esto se suma la falta de competitividad en el plano internacional, agravada por una paridad cambiaria que, según los empresarios, favorece la importación en detrimento de la producción local.
«El mercado interno está paralizado porque no hay ventas y los plazos de pago se extienden. Mientras tanto, a nivel global, la incertidumbre crece con una incipiente guerra comercial entre las grandes potencias», señalaron desde la APICOFOM.
En ese contexto, el comunicado advierte que mientras los países desarrollados protegen su industria, en Argentina la política económica estaría favoreciendo la importación de productos como viviendas prefabricadas, pallets y fenólicos, en volúmenes sin precedentes.
«La ecuación parece clara: se promueve la apertura de oficinas importadoras y el cierre de fábricas nacionales», alertaron los empresarios del sector.
