El juez federal Daniel Rafecas procesó hoy a la diputada nacional Vanina Biasi, del Frente de Izquierda (FITU-PO), por la presunta violación de la ley antidiscriminatoria 23.592. La medida se basa en una serie de publicaciones realizadas por la legisladora en la red social X (antes Twitter), en las que comparó al Estado de Israel con el régimen nazi y lo acusó de cometer un genocidio contra el pueblo palestino.
Según la resolución judicial, los mensajes difundidos por Biasi “superan ampliamente los límites de la libertad de expresión” y constituyen manifestaciones que podrían incitar al odio o la persecución contra la comunidad judía. En consecuencia, el magistrado también ordenó un embargo sobre los bienes de la diputada por 10 millones de pesos.
De confirmarse el procesamiento, Biasi –actual candidata a legisladora porteña– enfrentará un juicio oral y público.
Las publicaciones en cuestión fueron realizadas en el marco del conflicto armado entre Israel y Palestina. En uno de los posteos, Biasi escribió: “El Estado sionista es nazi por sus prácticas y su ideología”, y añadió que “sionismo es genocidio, es apartheid, es la construcción de una narrativa mentirosa”. En otro mensaje, acusó al sionismo de utilizar “la narrativa del sufrimiento” para justificar crímenes y manipular la opinión pública.
En su fallo, Rafecas sostuvo que “el derecho a la libertad de expresión no es absoluto”, y aclaró que puede ser limitado cuando colisiona con otros derechos fundamentales. A su criterio, los mensajes de Biasi no pueden ser interpretados como simples críticas a un gobierno o a políticas específicas, sino como expresiones que “alentaron o incitaron al odio” y que “lesionan principios de igualdad y trato no discriminatorio”.
El juez también subrayó la responsabilidad institucional que conlleva el cargo de diputada nacional. “La oradora es una figura pública y sus publicaciones alcanzan a una gran cantidad de personas. Su posición le exige un nivel de responsabilidad aún mayor a la hora de expresarse en el espacio público”, puntualizó.
El procesamiento de Biasi reaviva el debate sobre los límites de la libertad de expresión y el discurso político, en un contexto regional e internacional cada vez más tenso en torno al conflicto en Medio Oriente.