Monseñor Aguer tildó al divorcio de culpable por la pedofilia y los constantes femicidios

Pareciera que el monseñor Héctor Aguer corre una carrera consigo mismo en la que intenta superar aún más su conservadurismo. Pero quizá no sea el carácter conservador de sus frases lo más repudiable. Los conceptos que transmite anacrónicos con tiempos no tan lejanos de una Argentina caracterizada, entre otras cosas, por la ampliación de derechos.

Sigue leyendo